Introducción

El policial es uno de los géneros que se mantiene en el cine desde su nacimiento. No es menor la importancia de la literatura policial y de detective como fuente primaria del género. El primer corto que retrataba a Sherlock Holmes data de 1901. En 1931 se estrena M, el el vampiro de Dusseldorf, del alemán Fritz Lang. El halcón maltés en de 1941, uno de los films icónicos del policial negro, basado en la novela de Dashiell Hammett (1).

El éxito del cine policial norteamericano se expande por el resto del continente, particularmente en los dos países con sus propias inductrias cinematográficas. Uno es México, con grandes directores, guionistas y actores propios, más la cercanía con los EEUU para la parte técnica y de fotografía.

El otro país que es Argentina, con un historial de películas desde la época del cine mudo, con temáticas variadas, como historias universales, comedias, dramas, fantástico (2).

El cine argentino supo realizar policiales de detectives y de suspenso del estilo norteamericano así como historias con tintes locales, utilizando tramas de arrabales, cuchilleros, tangos y personajes porteños.

1947 – La Secta del Trébol

Una película sorprendente para la época. Producción, guión, narración. En un hotel familiar, Roberto Espinoza sale del departamento de una mujer. Debe apurarse antes de que llegue el marido. Al mismo tiempo entra un hombre que debe subir por las escaleras del hotel ya que la luz se ha cortado. Cuando ambos se cruzan, el segundo hombre cae muerto.
La policía identifica al sospechoso rápidamente por un pañuelo que olvidó en la escena y se dirige a su habitación en un hotel familiar para interrogarlo. Roberto está en un estado de somnolencia permanente. La policía lo interroga sobre lo sucedido en el hotel, con la seguridad de tener al asesino entre manos. Pero todo es más complejo. Todo empezó en China, a donde Espinoza viajó para escribir sobre la historia y cultura del país. Pero allí se encontró con Tamara y Rochette, que realizan actos de magia y adivinación. Tamara además realiza un cuadro de baile (con una presentación à la Rita Hayworth), con el resultado de que Roberto termina plenamente enamorado de la joven. Todo se complica más cuando su investigación lo lleve al templo de un grupo religioso poco conocido: “La secta del Trébol”.

Director: Mario Soffici
Guionistas: Tulio Demicheli, José Ramón Luna
Director de Fotografía: Mario Pagés
Reparto: Pedro López Lagar (R. Espinoza), Amelita Vargas (Tamara) y Santiago Gómez Cou (Rochette).


1952 – La bestia debe morir. Narciso
Ibáñez Menta adapta a Nicholas Blake

En una reunión familiar, un hombre bebe de su vaso y muere. Se suponía que era su medicación, pero resultó ser veneno. La policía interroga a la familia. La madre del fallecido acusa a la esposa del asesinato. También están presentes su pequeño hijo, la hermana de la esposa junto a su novio Felix y una pareja amiga de la familia.
Felix, que es escritor de novelas policiales, convoca a un abogado para que lo asesore ya que la policía tiene en sus manos su diario personal, en el que describe nada menos que su plan para asesinar al muerto, al que califica como “la bestia”, a causa de una tragedia personal de la cual la “bestia” fue el responsable. Pero Felix asegura que su intento falló y es inocente.

La bestia debe morir es una novela policial icónica escrita por Nicholas Blake, editada en Argentina en el sello El séptimo círculo, dirigido por Borges y Boy Casares. Es recordada por el magistral estilo narrativo que plasmó la pluma de Blake.
La adaptación estuvo a cargo de Narciso Ibáñez Menta, uno de los nombres más destacados ligados al suspenso y el terror argentino, junto a Román Viñoly Barrento.  La primera media hora se centra en el asesinato de “la bestia” y la posterior investigación, para luego hacer un importante raconto sobre la historia personal de Felix (interpretado por el mismo Ibáñez Menta) cuya atormentada vida está determinada por encontrar al responsable de su tragedia. Esta segunda etapa del film abandona un poco el carácter policial de la primera parte (y de la novela de Blake) para adentrarse en el terreno del melodrama. El cambio no significa una caída en la calidad de la película (era un género que se realizaba con gran calidad en la época), pero no deja de ser un cambio importante en la narrativa de la película.
La película estuvo dirigida por Viñoly Barrento y el elenco incluyó a Laura Hidalgo, Guillermo Battaglia junto al mencionado Ibáñez Menta.

(Junio 2023)


1958 – El jefe

Años ’50. Una barrita de amigos está en la sala de espera de una comisaría. Cabeza baja, en silencio. Esperan. “El jefe”, Berger todavía no aparece.  Cuando finalmente Berger llega, cambian las caras. Hay una sensación de alivio. “Él nos va a sacar de esto”.

A partir de allí comienza un flashback donde se nos relata la historia de Berger y la barra. Una banda dedicada a estafas chicas, bien pensadas, que les deja el dinero suficiente a cada miembro y siempre un poquito más al “jefe”, que tiene la mayoría de las ideas. Así, por ejemplo, “venden” un piso en construcción a un futuro inquilino a un precio rebajadisimo. Evitan la violencia, pero cuando la tienen que usar, la usan, sobre todo el mismo Berger para sostener la dirección del grupo.
La situación se complica cuando una estafa les va demasiado bien y deciden festejar. Una parte de la barrita va en busca del alcohol, por un lado, y por el otro Berger y el más nuevo del grupo salen en búsqueda de compañia, para luego encontrarse en el galpón donde planean sus acciones. Pero Berger, en su soberbia, decide llevar a dos chicas bajo el engaño de ir a una fiesta. Cuando una de ellas nota la mentira decide escapar. Berger huye y la policía llega. Todos quedan detenidos en la comisaria acusados de asesinato, a la espera de que Berger, «el jefe», llegue a aclarar el asunto.

Basada en un cuento de David Viñas, fue filmada en 1958. Nos encontramos ante un gran policial, bien dirigida y sobre todo con un guión sólido, en una etapa de esplendor del cine argentino, película que además sabe mezclar elementos de los films de gangster de Hollywood con los compadritos porteños. Dirigida por Fernando Ayala, con las actuaciones de Alberto de Mendoza en el protagónico, Graciela Borges, Flavio Zerpa y la participación de un joven Leonardo Favio.

1963 – Pesadilla

El cine argentino también cuenta en su historia con películas con una marcada influencia del maestro del suspenso, Alfred Hitchcock.

Narra el calvario que vive Paula Martín (Sabina Olmos) tras ser testigo de un asesinato. Cuando ella vuelve al lugar del crimen con la policía, no encuentran a la víctima ni rastros de un asesinato.
A partir de esta situación inexplicable, la vida de mujer entra en un remolino de crisis y dudas, que para peor se incrementarán al cruzarse en diferentes ocasiones con el asesino, sin que nunca haya testigos del encuentro. Rodolfo, su esposo, empieza a dudar de su cordura y contacta a un psiquiatra, el dr. Serbatius.
Mientras ella teme por su cordura y por su vida, el esposo, el psiquiatra y el Comisario a cargo de investigar el supuesto asesinato tratarán de resolver el enigma que tienen planteado ante ellos.

Dirigida por Diego Santillán, cuenta con las actuaciones de Sabina Olmos como Paula, Rodolfo Onetto (Ricardo), Pedro López Lagar (dr. Serbatius) y Floren Delbne (Comisario).

Pablo Testa
Abril 2021

Notas:

(1) – Hammett por Juan Sasturain, link aquí

(2) El Fantástico en el Cine Argentino, link aquí

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